lunes, 1 de agosto de 2016

¡Un día muy especial!

Hola a todos! Hoy solo escribe Mar y lo hago para contaros algo muy muy especial...
Los que nos conocéis, sabéis que estamos de celebración... ¡Hoy hace un año de la maravillosa boda de Rut y Joel!
Así que se me ha ocurrido hacerles un regalo en forma de post especial y así contaros como fue todo y como lo viví... Para empezar os contaré que este blog empezó un poco gracias a la boda y al amor de Rut por el handmade. 


La pedida: 

Tengo que decir que para mí fue una absoluta sorpresa. Todos sabíamos que no tardaría y hasta Rut sabía que el próximo viaje sería especial. Pero no caímos en eso. Joel decidió llevarla a Andorra y el 23 de Febrero de 2014 empezó todo! 




Me acuerdo que estaba volviendo hacia mi casa, después de cenar con unas amigas y no puede hacer otra cosa que bombardear a Rut con llamadas y whatsapps para que me contase si era verdad, porque ya nos habían hecho la broma ante. Su respuesta fue SI, y que no podía estar más emocionada. 

Como no podía ser de otra manera, mi cabeza empezó a maquinar que podíamos regalarles Henry y yo  que fuera especial. Así que pensé en algo personal y único, y ya que Rut me había pedido unas 'tazas personalizadas', me puse manos al a obra con unas de las más especiales que he hecho nunca. 
Este fue el resultado. 

Ya que estoy, os contaré el secreto de que gracias a estas tazas, a Rut se le ocurrió la maravillosa idea de hacer un blog y yo.... yo no le podía decir que no. Así que nos pusimos manos a la obra hasta el día de hoy (: 


Los primeros preparativos: 

Fecha, restaurante, fotógrafo... poco a poco y mano a mano, ellos iban cerrando cada una de las cosas que ese día tan especial exigía. Entre visitas a restaurante y quedadas con los fotógrafos, una noche a la semana, estaba reservada para nosotras. Nosotras hacíamos el blog y nuestros chicos la cena, cenábamos y compartíamos momentos de risas, agobios, frases como ''¡Pero qué caro es casarse!'', confidencias, momentos malos y buenos...
La verdad es que si para algo ha servido todas las noches de blog y boda, ha sido para crear una amistad entre los 4 que sabemos que durará para siempre. 

Todo marchaba y todo estaba siendo perfecto. Hasta la elección del vestido. Ya que más de un año antes de la boda, abrí el whatsapp y veo: ''Rut: 8 fotos'' y cuando las abro... Una preciosa Rut, con el pelo liso, con tres vestidos maravillosos y yo, pues llorando, como de costumbre. Pare todo lo que estaba haciendo y me puse a mirarlos con detenimiento y a darle mi opinión sobre cada uno. La verdad es que el que a mí más me gustaba no fue el elegido, pero me alegro, porque el día que la vi entrar a la ceremonia, me di cuenta de que el elegido fue mucho mejor. 
Esto ya va enserio. 

Otro día tranquilo, Rut pronunció unas palabras muy comunes en ella: 'He tenido una idea, pero me vas a matar'. Le pedí que me sorprendiera y eso hizo: '¿Y si de regalo a los invitados hacemos una taza personalizada para cada uno?' Y como le iba a decir que no a ella, tan detallista, amante del handmade, que quería hacer de su boda el día más especial del mundo; además, era yo, que me gusta más el barro... y por los amigos se hace lo que sea!

Así que nos pusimos manos a la obra. Decidimos como iban a ser, Diferentes para chicos y chicas, dando las gracias y con el nombre de cada invitado. Y nos pusimos a ello... 
Al principio dibujábamos una a una y después las repasábamos con los rotuladores. Al final nos dimos cuenta de que con una plantilla todo sería mucho más rápido.. bueno, un poco más. 
Limpia bien la taza, calca la plantilla, repasala, haz los detalles, déjala secar 4 horas, métela al horno y vuelve a limpiarla. El envolverla la dejamos para otro día jajajajaja, 
Y así, una por una, mano a mano, durante muchas noches, hasta que conseguimos las casi 150 tazas

El resultado, eso sí, fue maravilloso. 






Más y más preparativos: 

Todo tenía que estar perfecto y eso intentamos. 
Las invitaciones fueron también muy DIY y llevaban un imán, con una foto de los novios, para pegarlo en la nevera y no olvidarse: haz el imán, dobla, pega el imán, cierra, mete en el sobre, pon el sello, pon el nombre, haz un lazo... Pero quedaron maravillosas. Además los novios nos invitaron a un picoteo en su casa a todos los amigos y nos las dieron de una manera muy muy especial.








Las damitas que llevaban los anillos fueron las hermanas de Henry, Así que también dedicamos algún día en buscar los vestidos y dejarlos preparados. 

El porta-anillos lo hizo una amiga de la familia, Fue una sorpresa para Joel, amante de las furgonetas Volkswagen, y quedó maravilloso. (Luego os pongo foto)


El cuadro de huellas lo encargamos a una chica encantadora que dibujaba de muerte y encontramos por Instagram. Hizo exactamente lo que los novios querían. Solo tuvimos que comprar el lienzo del tamaño ideal y quedar con ella. 



Entre medio de todo esto, los novios decidieron cambiar de 'nidito de amor', así que con todo a medias. Reservamos un par de días para hacer la mudanza. La verdad es que fue bastante divertida! 



La despedida de soltera: 

Esto fue sin la novia, pero también fue maravilloso. Nuria se encargó de organizar todo e intenté ayudarla en todo lo posible. Hicimos camisetas personalizadas, buscamos una charanga, un sitio para cenar, luego un poquito de fiesta...
Fue un día muy especial, pese a que la Rut estaba mala por la mañana y ya se olía algo de lo que iba a pasar. 
Lo pasamos en grande, bailamos muchísimo y disfrutamos todas juntas. ¡Rut se casaba y eso solo pasa una vez!







Últimos preparativos: 

Sí una cosa he aprendido, es que aunque tengas mucho tiempo para organizar una boda, siempre quedan muchas cosas para el último momento. 

Fueron unas cuantas las veces que tuvimos que ir de compras bodiles, buscando mil cosas.. pizarras, cartulinas, papeles, rotuladores (malditos) para tazas, cintas, cestas, cajas, cosas para decorar... y sobretodo ellos, que todos los días estaban de aquí para allá. 

Un día, con más amigas de la novia, nos dedicamos a: recortar y hacer corazones para el pasillo; preparar saquitos de arroz (y lentejas); terminar los programas (diseñados por Nuria), que eran unos pay-pays maravillosos para el calorcito; recortar tarjetas para que los invitados dejaran sus deseos para los novios... y alguna cosa más que seguro que me olvido. 



Otro día con Nuria como fotógrafa,  fuimos a hacer unas fotos especiales, que harían de números de mesas el día de la boda. 

Fueron muchos días especiales, llenos de trabajo y de lo más gratificantes, así que seguro que me olvido de algo. 


30 de Julio, dos días para la boda: 

Creo que este día lo recuerdo como el más caos. Había que dejar todo terminado para que el día antes de la boda los novios pudieran disfrutar juntos antes de darse el 'Si quiero'.
Me levanté pronto para ir a hacerme la manicura. Y casualidades de la vida, me sobraba tiempo, entre en una tienda, vi un vestido precioso y baratísimo y decidí a dos días de la boda, que ese vestido me gustaba más! Lo reservé y me fui en busca de la novia. Justo ella y su madre acababan de recoger sus vestidos. 

Ese día lo dedicamos a prepar todo para llevarlo al restaurante, los novios terminaron de elegir la música, y por supuesto... ¡TERMINAMOS LAS TAZAS! 
Este momento fue muy especial. Terminamos todas las tazas y las envolvimos. Teníamos que asegurarnos de que estaban todas, con sus nombres correspondientes, cada una en la caja de su correspondiente mesa. 
Creo que eran las 2 de la mañana cuando terminamos. Las dos llorando, cansadas y emocionadas. Habíamos terminado todo el trabajo, y mirábamos hacia atrás y nos dábamos cuenta de cuanto nos habían unido todos los preparativos. Fue muy emocionante, y es un recuerdo que nunca olvidaré. ¡Cuánto te quiero Rut! 


31 de Julio, un día para la boda: 

Este día los novios se dedicaron a ellos y yo a mi, que también lo necesitaba. Terminé de recoger mi casa ya que unos amigos invitados a la boda se quedaban conmigo, me lavé el pelo y terminé de preparar mis cosas para el día siguiente. 

A última hora quedé con Nuria para preparar los cakepops de la recena del día siguiente. Los novios, preciosos y emocionadísimos ya, vinieron a darnos un beso y se fueron a cenar y a descansar. 
Y poco más. Prontito a dormir, que mañana era el gran día. 


1 de Agosto. Llegó la boda: 

Me desperté pronto y fui a la peluquería. Mi amiga Valeria vino a casa para maquillarme y dejarme perfecta. Mi padre fue a buscar a la estación a mis huéspedes ya que no me daba tiempo. Comimos a las 15:30, rápido y de pie un bocata de jamón. Terminamos de prepararnos y al coche!

Antes de marchar para el restaurante, pasamos a casa de los novios a por los CakePops, la recena y alguna cosa más que había que llevar. Y ya, directos a la boda!!! (que emoción).

Llegamos allí muy pronto, eramos los primeros junto con los músicos. Terminamos de colocar lo poco que quedaba ya que de la decoración se encargaron los fotógrafos. Nos hicimos unas cuantas fotos, todo se iba llenando, llegaba el momento. Todo estaba precioso. 














Recuerdo ver a Joel, muy emocionado. Creo que no sabía muy bien que hacer. Era el momento y justo por detrás vi a Rut llegar, estaba preciosa, pero él no la vio. Entro Joel, coloque a las damitas, le dije a Rut lo maravillosa que estaba y me fui corriendo por detrás.

Todos de pie, llegaba la novia. Y como no, yo ya estaba llorando. ¡Que puñado de sentimientos y emociones me recorrían! 

La ceremonia fue preciosa, los votos increíbles, los novios muy emocionados y sonrientes y todos los invitados sin poder contener las lágrimas, y yo, menos. 
















Mientras los novios se fueron a hacer fotos, los invitados nos quedamos hablando y refrescandonos con alguna bebida. Cuando llegaron empezó el cóctel y la sesión de fotos con los invitados. 








A la hora del banquete ya nadie tenía hambre, pero recibimos a los novios todos de pie, servilleta en mano, a ritmo de una canción que no era la elegida (pero nadie se había dado cuenta jajajajjajajaj) 






Llegado el momento del sorbete, fue el momento de los amigos de los novios. Preparamos un baile para sorprenderles y la verdad es que no se lo esperaban, Salió genial y hasta los padrinos se unieron a nosotros bailando. 










Cuando terminamos de cenar llegó el momento de la tarta y los regalos...




...Y tengo que decir que este fue el momento que nunca me hubiera esperado. Yo tenía todo el día organizado en mi cabeza, paso por paso, para que no faltara nada y todo saliera precioso. En mi cabeza, cuando los novios me avisaran, yo tenía que repartir las tazas a los invitados junto con Nuria y Eva que eran las damas de honor. Después de eso la novia lanzaría su ramo ya que había dos parejas en la boda ya prometidas y les hizo otro regalo más especial. Así que imaginaros mi cara (enseguida la veis), cuando mientras comía el postre, me tocan la espalda, y a lo que voy a levantarme para repartir los regalos, ¡ME ENCUENTRO CON EL RAMO!.
Lo poco que recuerdo es que yo le decía a Rut que no, que lo tenía que tirar, y que me repetía a mi misma 'Mar no llores que te están haciendo fotos'. Fue un momento muy muy especial para mí, la verdad es que no lo puedo describir con palabras, aunque se que Rut entiende lo que quiero decir. Yo no esperaba nada, ni merecía nada, de verdad digo que tenerlos como amigos es suficiente (aunque suene muy repipi), pero fue un momento impresionante, que se me quedó grabado y nunca olvidaré. ¡OS QUIERO CHICOS!





Ahora si el momento de las tazas, a todos los invitados les encantaron y nos felicitaron por el trabajo (:

Tras la cena, hubo un tiempo de café, en el que la gente podía firmar en el libro de firmas, dejar su huella en el lienzo y felicitar a los novios. 

Antes del baile, vivimos un momento muy especial, en el que novios e invitados lanzamos unos farolillos voladores. Fue un momento precioso y también muy emotivo. 







Y ahora si... ¡LA FIESTA! 
El baile de los novios fue precioso, y el rato de después maravilloso. Bailamos, reímos, bebimos, hicimos fotos. La verdad es que nos lo pasamos muy bien. 




Ya se acababa y todos de vuelta a su casa en el autobús. Los novios pensaron en todo y pusieron dos autobuses a disposición de los invitados para subir y bajar a la boda, ya que el restaurante no está en Zaragoza exactamente. Cuando todos estábamos en el autobús, dispuestos a marchar, subieron los novios y nos dieron las gracias. Un gesto que siempre agradeceré. Y ahora si, a ritmo de 'CAMAREROOOO', volvíamos a casa. 



Resumo este día como uno de los más especiales que he vivido. Reí y lloré, bailé y me hice fotos, pero sobretodo disfruté. Todo salió genial pese a pequeños imprevistos de los que nadie se dio cuenta y que siempre recordaremos como anécdotas... se me olvidaron las chuches de la recena, se rompió la cesta de los pétalos que llevaban las damas, la canción de entrada al banquete estaba equivocada, hubo una taza en la que nos confundimos con el dibujo... y seguro que me dejo alguno, pero sin estas cosas no hubiese sido lo mismo, y fue MARAVILLOSO

Hoy recuerdo todo, con una emoción que me llena. Ha pasado un año de momentos geniales y en el que el amor entre Rut y Joel no ha hecho mas que crecer. 
Chicos, gracias por todo. Por vuestra amistad primeramente y por confiar en mi en segundo lugar. Fue un privilegio. Gracias no solo por este día, si no por todos los que hemos compartido. Gracias por ayudarme cuando he tenido malos momentos y gracias por ser un ejemplo para Henry y para mi. 
No cambiéis. No os olvidéis nunca de nosotros y aunque ya lo sabemos, prometednos que siempre tendréis un ratito para nosotros (:
Gracias de verdad, os queremos muchísimo. 


Gracias Rut por todo lo vivido, por nuestra amistad y por todo lo que está por venir. Te quiero muchísimo. 


Con cariño, Mar,






































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